miércoles, 18 de mayo de 2016

Viaje a Valencia. Mayo 16

Empiezo este blog con el último viaje que hemos hecho con Antonio y Chus a la ciudad de Valencia. No voy a ser muy extenso ni tengo vocación de periodista, ni de que esto lo lea nadie más que yo y en todo caso alguien de confianza. Como no veo la tele.... es una forma de pasar el tiempo y también de recordar. Habrá viajes que tengan su blog propio, por ejemplo, el próximo que hagamos en julio/agosto a Bolivia. por cierto, los comentario y opiniones son totalmente personales, y no las comparten, necesariamente, los acompañantes (que pueden dejar comentarios).

Llegamos bastante bien. Bueno salir de Madrid... solo recoger a Chus tela, luego por la R3 no fuimos mal. Salimos de casa como a las tres y media y las 8 pm estábamos recogiendo las llaves del apartamento. De las tres veces que hemos estado en Valencia este era (con diferencia) el peor. Dejamos el coche en una parada de taxis con Luz vigilando mientras subimos con Vicente (el del apto) a tomar posesión del cuchitril. Mientras la policía se acerco a ver el coche y Luz, toda hábil, se escondió agachándose, aun no se por que. Aunque la poli la descubrió y les debió dar un ataque de risa.
Las otras dos veces, una un día con Diego (haciendo su estudio sobre campus universitarios) la otra al poco, por que nos quedamos con ganas de conocer mejor Valencia, un fin de semana, estuvimos en este apartamento y en este otro en el Carrer de la Capellería (ahora no encuentro el enlace, ya lo subiré). Personalmente, me quedo con este último, y si vuelvo a Valencia intentaré quedarme en uno de estos dos.
La fauna... además de Valencianos/as, alumnos de Erasmus y mogollón de Italianos que vienen de crucero por el mediterráneo, está compuesta por algún tipo de simpático bichito con el que hice muy buenas migas y al que serví de alimento. Buscando información sobre la ciudad, una de las mejores páginas que he encontrado por contenido es esta. El estilo es un poco retro, pero es supercompleta.

El amigo Vicente nos recomendó un parking, que se anuncia como el más barato de Valencia, cerca del apartamento, en la calle Barón de Carcer, a 15 € por día, pudiendo salir y entrar sin problemas en cualquier momento. De esta forma nos quitamos el lío del coche para los tres días.

Quitando ya el estrés del coche y aposentados, pues a tomas unas cañitas, en nuestra misma calle, mantas, un pequeño bar (muy pequeño), con no más que una plancha y un par de fuegos preparan una tapas bien ricas, tomamos una de queso muy rica. Se llama Tasca Sorolla, exactamente está en Carrer dels Drets, 27 (esquina con calle las Mantes, la del apartamento).

Luego paseamos por el centro y terminamos cenando en el que para mi ha sido el mejor de todas las comidas/cenas. El Tap, en la calle Roteros 9, aquí mi comentario en tripadvisor, Está en el centro muy cerca de la Torre de los Serrano.

El sábado, levantarnos, desayunar y tal, nos fuimos a dar una vuelta por el centro de Valencia, enmpezamos con el Mercado Central, bonito mercado tradicional en una majestuosa construcción modernista de la escuela de Barcelona a principios del siglo XX.
Seguimos con La Lonja de la Seda, obra maestra del gótico civil valenciano, fue declarada, en 1996, Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Es un ejemplo de la importancia de la burguesía valenciana en el siglo XV.
Más adelante llegamos a la Plaza Redonda, plaza muy curiosa, que en momento de su construcción estaba en el centro de Valencia, 1837. Era un mercado tradicional, ahora mantiene puestos de ropa, hilos y recuerdos para turistas. Los puestos tan grandes que hay y los paneles para evitar el sol y la lluvia, aunque facilitan la compra, dificultan las vistas de esta plaza tan especial y para mi, la estropean.
Más adelante pasamos por la Iglesia de Santa Catalina Martir y su torre campanario, que me parece preciosa, está considerada como una de las torres barrocas más originales, tiene planta hexagonal y el cuerpo de campanas está decorada a base de columnas salomónicas encintadas.

Luego la plaza de la Reina y la Catedral. En la plaza de la Reina hay un mercado tradicional de artesanía, sobre todo de cerámica, y tienen cosas chulas, es grande y agradable. En otra ocasión anterior de visita a Valencia compramos aquí una bandeja con amapolas muy vistosa, para los pepinillos y banderillas, por ejemplo. Chus se compró la típica bola (creo que llevaba dentro una fallera con una paella, oye, para gustos...).
Pasando por la plaza de la Virgen (parece que llamada en realidad Madre de Deu), donde está la Basílica de Nuestra Señora de los Desamparados muy interesante, en esta zona se encontraba el foro romano de Valencia, la fachada en algunas zonas de la basílica contiene lapidas de la época romana, y la plaza de Manises, donde está la sede de la Generalitat Valenciana (cada vez que pasábamos por aquí, mentábamos a la Rita, por algún tipo de asociación desconocida).
Todo recto se llega a llega a las Torres de los Serranos. Estas torres fueron declaradas Monumento Histórico Artístico Nacional en 1931. Son un precioso ejemplo de la arquitectura militar del siglo XIV. Se encuentran situadas frente al Puente de Serranos. Buceando por Internet he averiguado que este nombre le viene por su situación geográfica, ya que esta puerta situada en la fachada norte de la ciudad, recogía la llegada de todos aquellos viajeros procedentes de la zona de la Serranía, a los que llamaban "los serranos".
Desde el pueste de Serranos se puede observar el parque que se ha realizado sobre el canal desecado del Turia, pulmon de la ciudad, con más de 9 kilometros de longitud. Tiene campos de futbol y otros deportes, paseos, carril bici...Aquí las dos marías en el puente de los Serranos, el parque se ve detrás.
Esta vía verde llega hasta la Ciudad de las Artes y Las Ciencias. En esta última pasamos al lado con el coche pero no llegamos a parar, todos habíamos estado anteriormente, si no es una visita obligada. Los edificios son realmente espectaculares.

Lo bonito de pasar por el casco antiguo de Valencia es la cantidad de callejuelas y sitios que puedes descubrir.
Y salimos a la playa de la Malvarrosa. es una playa enorme, con muchos restaurantes para comer lo típico. Están bien y tienen buena fama en general, aunque hay muchos turistas, la gente de valencia va allí a comer. Aquí comimos en Restaurante la Murciana, ver Web y críticas tripadvisor. Comimos paella del señorito, esa que viene todo pelado para no mancharse las manos, estaba buena. Antes tomamos una cañita en el de al lado, en la terraza y hacía un poco de fresquet, se llama El Trompo, devolvimos una de sardinas por el tiempo que tardaron en ponerlas (creo recordar que casi media hora)
Desde la zona final de la playa hay un espigón que da protección al puerto deportivo. Hay varias sitios de copas en esta zona con un montón de ambiente a media tarde. La foto siguiente está tomada desde esta zona.
Helado y horchata en la Jijonenca y vuelta para casa. A Antonio le apetecía probar la Horchata de la Alboraya, y pasamos por este pueblo chufero, al ladito de Valencia, y tomamos una, acompañada de unos fartons muy ricos (me recordó al sabor y textura de la ensaimada) en la Horchateria Panach, en la, como no, Avenida de la Horchata. También he visto muy destacada, para probarla otra vez, la Horchateria Daniel. Como ya me había tomado una en la Malvarrosa, me harto un poco, pero estaba muy buena (mejor que la otra que estaba un poco líquida). Por la noche, tomamos unas tapas muy ricas en una pequeña tasca que se llama Tasca Ángel, en Carrer de la Puríssima, 1. Muy recomendable, pero ojo con la cuenta, por lo que vimos y por otros comentarios escritos en tripadvisor. En concreto la tapa de anchoa me pareció espectacular. también tomamos otra de sardinas, rica. Hay que ir.

Cenamos en un sitio "peculiar", Levaban dos días abiertos, antes era un italiano. El sitio tenia posibilidades, toque vintage, espacioso, chulo. Pero la atención y el servicio lamentable, lentos, faltaban cosas de la carta y elementos básicos en cualquier restaurante, "no se lo van a creer pero no tenemos aceite y vinagre", y así. Lo pasamos bien por que estábamos alucinados viendo el deambular del camarero (que la verdad es que no podía hacer mucho más, era de origen portugués y pasó bastante vergüenza, o lo aparentaba) y como se levantaban de otras mesas a protestar. La comida, de tapas, al final no estuvo mal, excepto las patatas revueltas con huevo, que estaban incomestibles, pero últimamente no están buenas en ningún sitio. No tenia ni nombre ni salía en ninguna referencia en Internet. Probablemente a estas alturas ya esté cerrado.

Por la noche en los alrededores de la plaza del Negrito y del Carrer dels Cavallers y de Calatrava hacia la lonja de la seda, hay mucho ambiente con buenos locales. Estuvimos en el pub el Negrito, mucho ambiente y casi sin sitio y en otro local grande que nos dieron una oferta de copas a 5 al lado pero no encuentro el nombre del sitio. Estaba muy bien. Sigo buscando.

El domingo, después del rico desayuno de rigor y tras comprobar que aún quedaban partes de mi anatomía sin ser devoradas por los bichos, nos lanzamos a visitar otra zona de Valencia (antes de salir para la Albufera),

Fuimos por la Carrer de San Vicent Mártir, calle animada eje norte sur del casco viejo, hasta la plaza del Ayuntamiento, bonita plaza y precioso edificio, tiene un enorme balcón (aquí si que se supone que salia Rita con el caloret), sobresale un grupo escultórico obra de Mariano Benlliure (que, coincidencia, se llamaba igual que un cine que había en la calle de Alcalá en Madrid). Enfrente de este edificio está el Palacio de Correos, también de visita obligada.
Llegamos a la estación del Norte, inaugurada en 1917 de estilo modernista. Muy chula.
Al lado de la Estación está la plaza de toros, por fuera muy normal, por dentro parecía bonita, digo parecía porque había una feria de turismo y estaba llena de carpas y un escenario. Toros no vimos ninguno cerca.
De vuelta y camino a casa fuimos callejeando por la zona a la derecha del Ayuntamiento y llegamos a Museo Nacional de Cerámica y de las Artes Suntuarias González Martí ubicado en el palacio del Marqués de Dos Aguas, de estilo rococó. Espectacular la portada, aunque de gusto discutible. Abajo una foto. Bonito por dentro, la decoración y las salas. Interesantes los carruajes, vimos cerámicas de Picasso y a cuatro vestidos de falleros (el traje de las caballeros muy bonito e innovador). Interesante visita. Los domingos es gratis.
Después de la vuelta salimos hacia La Alfufera. Bueno, ir a la Albufera es un infierno en día de fiesta, imagino que igual que ir todo el fin de semana. Una carretera llena de coches con gente ávida de paella o simplemente de pasar una mañana agradable disfrutando del atasco. Ir a la Albufera pues hay que ir, por el que dirán - he estado en Valencia este finde, - habrás ido a la Albufera¡¡, Glups, pues eso, hay que una vez en la vida, pero no más, buenas paellas las puedes comer sin pillar tanto atasco y para ver un pueblo, El Palmar, que no tiene más atractivo que ver cientos (tal vez miles) de personas comiendo paella en todas sus variantes. Luego, la visita a la laguna, obligada por el mismo motivo, a mi recordó mucho al Delta del Ebro. Muy interesante desde el punto de vista ornitológico, supongo, pero poco más, y mi los pollos y los patos no me dicen gran cosa. Te montan en una barca grande, de motor y te dan una vuelta. El barquero intenta hacerse un poco el gracioso mientras te señala los patos cercanos. Pude fotografiar una garza sobre una barca (las garzas si me gustan).
Nos tomamos una cañita en la Tasca Rogelio, que tenían un menú de arroz caldoso a 20€, y no tenía mala pinta, pero teníamos reserva en el Restaurante Mateu.  Aquí la referencia en tripadvisor que tiene comentarios muy buenos. Comimos arroz caldoso. El sitio en plan moderno, muy grande y bien. La camarera un poco suya, de los típicos camareros un poco listos, pero muy eficaz y rápida.El arroz caldoso con bogavante no es mi preferido, pero a juicio de los expertos que me acompañaban estaba muy bueno.

De camino vimos los arrozales y pasamos un ratín en la playa del Saler. Más virgen que la de Malvarrosa. Está rodeada de un parque natural y unos paseos muy chulos ideales para bici.
La noche del domingo estaba todo bastante apagado, las calles de la marcha del día anterior y la plaza del Negrito parecía otra y el pub Negrito, con el ambiente del viernes y sábado algo decepcionante. Por cierto, el agua de valencia en el pub Negrito, realmente mala, por lo menos a mi no me gustó. Otras veces que he tomado agua de valencia (ya hace años, muchos) yo creo recordar que no me había desagradado tanto (gustar gustar, nunca). 16 € por una jarra de un litro, con unos cuantos hielos gordos, da para 4 personas una copa y media por cabeza. Me parece caro.

Tomamos un cerveza artesana en un pub The Market Brew Dog Bar Valencia (Carrer de les Danses, 5), y la chica muy maja, cruce de ingles con valenciana o viceversa, nos insistió mucho en visitar la fábrica. Para otra vez, que la cosa ya no da para tanto.
Por cierto cenamos en un mesón en la plaza del Mercado, cervecería Boatella, está siempre a tope, las raciones bien y muy rápidas, el problema el lograr sentarse. Enlace. Aquí nos cedieron la mesa que ya se levantaban unos de Gerona, con los que bromeamos sobre la final de la champions, que el camarero nos quería sentar en un sitio que no cabíamos ni con calzador.

Ya es lunes y toca recoger. Coche y nos lanzamos a Requena, a conocerla y comprar vino. Compramos Señorío de Mestalla gran reserva de Utiel-Requena, ganador de un concurso y aun precio inmejorable, poco más de 5 €. Lo compramos en la zona antigua en una tienda del consejo regulador, la chica que atendía muy maja. El casco antiguo de Requena es grande y mantiene la estructura y construcciones antiguas. Se nota que le falta inversión. Buena parte de las casas están vacías y no tiene más que un par de bares en la plaza. De vuelta al coche, en la parte nueva tomamos una cañita en el Mesón del Vino, ver web, que tiene muy buena pinta para comer (para la próxima).
Por conocer algo de las Hoces del Cabriel, haciendo caso a un mapa indescifrable nos metimos con el coche por una pista y terminamos en un pantano, el embalse de Contreras, nos fuimos al lado contrario a las hoces, por lo menos el color del agua estaba muy bonito. Como ya era tarde y había que volver a Madrid nos lanzamos a la tarea de buscar sitio para comer. Dejamos las hoces para mejor ocasión.
Finalmente, como fin de fiesta comimos en Iniesta (bonito pareado). Primero paramos en Minglanilla (no lo destaco en rojo por que no merece la pena) buscando el restaurante las Tres Marías, y era un sitio deplorable, parece que el restaurante original lo han cerrado y fuimos al Restaurante Hotel Miralles a la salida del pueblo, que tampoco nos gusto (lo mejor que leímos en los comentarios en la web es que los servicios estan limpios). En una pared, de casualidad, vimos un anuncio del Mesón Don Pepe II, a 5 kilometros, en Graja de Iniesta (todo esto ya es Cuenca), y para allá que fuimos. Pues este muy recomendable, un menú con 4 entradas para compartir y un segundo y postre (por 20€). Buena cocina y atención. Mesón Don Pepe II. No está en el pueblo, este ni lo vimos.
Y final del viaje, lo hemos pasado muy bien y nada... hasta la próxima.
Uf, lo olvidaba, recuerdo de mis amiguitos:

3 comentarios:

  1. Me gusta tu descripción de los sitios. De acuerdo con tus comentarios. Como siempre nos lo pasamos muy bien.

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